El chocolate Modica IGP es reconocido y distinguido gracias al refinado aroma de las especias y a la típica consistencia granulada. Único es su procesamiento llamado «frío» que no contempla la fase de «conchado» y permite que solo la manteca de cacao alcance el punto de fusión y no al azúcar, cuyos cristales le dan al chocolate su típica granulosidad. Por lo tanto, se evitan los pasajes a altas temperaturas, con el fin de preservar las propiedades contenidas naturalmente en la masa de cacao, como los flavonoides, los antioxidantes que ayudan, en gran parte, a regular la presión, mejorar la función arterial y disminuir las placas calcificantes a nivel coronario.