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Maks Isakov perseguía su pasión por el negocio del café en Vinnytsya, Ucrania, cuando la invasión rusa puso fin a este negocio. Sin ingresos y temiendo por la seguridad de su familia, dejó sus negocios y huyó del país con su esposa e hijos, y regresó a un pequeño pueblo conocido en la costa de Maine que había visitado una vez de joven, con la esperanza de reconstruir su sueño. Isakov creó Kavka Coffee, con sede en Camden, Maine. Kavka es el diminutivo de la palabra café en Ucrania. Así lo llamaba la bisabuela de Isakov cuando ofrecía una taza de café normal a sus seres queridos, y que él describe como «la mejor taza de café que he probado en mi vida, porque siempre ponía un pedazo de su alma y amor en cada taza». La pasión de Isakov por el café es el resultado de este sentimiento en particular, y tiene la intención de llevar ese mismo corazón y esa misma alma a Kavka. Tras haber dirigido varias cafeterías de éxito en Ucrania, Isakov conoce bien el negocio y cree que sus exclusivas mezclas de café serán la combinación perfecta para los habitantes de Maine, que aprecian el trabajo duro, los productos de calidad y el carácter auténtico. Para aquellos que no sepan diferenciar una taza de café de otra, explica: «Kavka utiliza los mejores granos de café y los tuesta con cuidado y amor. Eso es lo que hace que nuestro café sea más que un simple café. Es un alimento para el cuerpo y el alma, y hará que su día sea especial desde el primer sorbo».
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Cindy Davenport, propietaria de Floral Studio & Gift Designs by Cinport, en Florida (EE. UU.)
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Maks Isakov perseguía su pasión por el negocio del café en Vinnytsya, Ucrania, cuando la invasión rusa puso fin a este negocio. Sin ingresos y temiendo por la seguridad de su familia, dejó sus negocios y huyó del país con su esposa e hijos, y regresó a un pequeño pueblo conocido en la costa de Maine que había visitado una vez de joven, con la esperanza de reconstruir su sueño. Isakov creó Kavka Coffee, con sede en Camden, Maine. Kavka es el diminutivo de la palabra café en Ucrania. Así lo llamaba la bisabuela de Isakov cuando ofrecía una taza de café normal a sus seres queridos, y que él describe como «la mejor taza de café que he probado en mi vida, porque siempre ponía un pedazo de su alma y amor en cada taza». La pasión de Isakov por el café es el resultado de este sentimiento en particular, y tiene la intención de llevar ese mismo corazón y esa misma alma a Kavka. Tras haber dirigido varias cafeterías de éxito en Ucrania, Isakov conoce bien el negocio y cree que sus exclusivas mezclas de café serán la combinación perfecta para los habitantes de Maine, que aprecian el trabajo duro, los productos de calidad y el carácter auténtico. Para aquellos que no sepan diferenciar una taza de café de otra, explica: «Kavka utiliza los mejores granos de café y los tuesta con cuidado y amor. Eso es lo que hace que nuestro café sea más que un simple café. Es un alimento para el cuerpo y el alma, y hará que su día sea especial desde el primer sorbo».
