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Los momentos de madre e hija ilustrados a lo largo de este libro son atemporales y resuenan en todas las mujeres, ya seas una hija, una madre o una abuela. Desde los primeros pasos de una niña hasta los últimos de su madre, la lectora experimenta los hitos que definen la maternidad en su esencia, y nada me alegra más que ver a una lectora sentir todas esas sensaciones. Cómo sucedió: Mientras estaba acurrucada con mi hija menor, Colette, puso su manita sobre mi pecho y dijo dulcemente: «Toma mi mano, mamá». No bromeo, fue como si se hubiera disparado una alarma en mi cerebro e inmediatamente pensé: «¿Cuántas veces a lo largo de la vida de mis hijas dirán esas palabras?» En ese momento supe que tenía el título y el concepto de un libro infantil. Mi motivación para llevar a cabo esta «misión divina» iba mucho más allá de producir un libro para niños. Quería crear algo para mis hijos que no tuviera fecha de caducidad; un viaje literario que pudieran compartir con sus hijos y las generaciones futuras. Quería que mis hijas se vieran a sí mismas en las páginas, tanto que algunas de las ilustraciones del libro se derivan de fotografías reales de sus «primicias».
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Cindy Davenport, propietaria de Floral Studio & Gift Designs by Cinport, en Florida (EE. UU.)
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