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Un solo momento estresante con mi hija Sophia cambió mi vida para siempre, llevándome a un viaje hacia la felicidad interior, la creatividad y la búsqueda del propósito de mi alma como directora ejecutiva y fundadora de Prodigi Kids. Como madre primeriza, ¡no tenía idea de que la hora de comer con un niño pequeño era un desastre total! Cuando Sophia tenía 18 meses, puse pequeños trozos de comida en un mantel individual que «supuestamente» se pegó a la mesa. En una fracción de segundo, la cogió, la lanzó al aire y espaguetis con salsa roja, albóndigas y guisantes volaron por todas partes. ¡Ufff! Odiaba estar tan estresada con Sophia. Mi infancia no fue nada idílica y tuve pocos momentos amorosos de conexión con mis padres. No quería eso para mi hija. La vida me enseñó que la calidad de las experiencias de un niño, positivas y negativas, determina la forma en que se desarrolla su cerebro y si crece creyendo en sí mismo o no. Deseaba profundamente darle a Sophia el mejor comienzo en la vida, enseñarle cómo crear una vida de felicidad para sí misma. Cuando empecé mi viaje para lanzar la placa Adi al mercado, me di cuenta de que, en mi obsesión por la calidad extrema, la placa Adi era mucho más que la mejor ventosa para bebés. Está cuidadosamente diseñado para crear más momentos de amor entre los padres y sus hijos. Cada momento de conexión amorosa es una conexión neuronal que forma una base duradera de autoestima en el cerebro de su hijo.
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Un solo momento estresante con mi hija Sophia cambió mi vida para siempre, llevándome a un viaje hacia la felicidad interior, la creatividad y la búsqueda del propósito de mi alma como directora ejecutiva y fundadora de Prodigi Kids. Como madre primeriza, ¡no tenía idea de que la hora de comer con un niño pequeño era un desastre total! Cuando Sophia tenía 18 meses, puse pequeños trozos de comida en un mantel individual que «supuestamente» se pegó a la mesa. En una fracción de segundo, la cogió, la lanzó al aire y espaguetis con salsa roja, albóndigas y guisantes volaron por todas partes. ¡Ufff! Odiaba estar tan estresada con Sophia. Mi infancia no fue nada idílica y tuve pocos momentos amorosos de conexión con mis padres. No quería eso para mi hija. La vida me enseñó que la calidad de las experiencias de un niño, positivas y negativas, determina la forma en que se desarrolla su cerebro y si crece creyendo en sí mismo o no. Deseaba profundamente darle a Sophia el mejor comienzo en la vida, enseñarle cómo crear una vida de felicidad para sí misma. Cuando empecé mi viaje para lanzar la placa Adi al mercado, me di cuenta de que, en mi obsesión por la calidad extrema, la placa Adi era mucho más que la mejor ventosa para bebés. Está cuidadosamente diseñado para crear más momentos de amor entre los padres y sus hijos. Cada momento de conexión amorosa es una conexión neuronal que forma una base duradera de autoestima en el cerebro de su hijo.