Karine nunca fue a la escuela de diseño. Está dotada por naturaleza (aunque nunca lo admitirá...) de un talento en bruto y un amor puro por el arte. ¡Su viaje creativo comenzó hace más de 30 años, en el corazón del distrito de París! Karine siempre creyó que lucir elegante no significaba necesariamente arruinarse. Para Karine, debe haber espacio para expresarse con cualquier presupuesto. ¡Todo lo que necesitas es un poco de Je ne sais quoi! Durante los últimos 30 años como diseñadora de joyas, cultivó en secreto el sueño de crear bajo su propio nombre y, finalmente, consiguió el cambio en 2007 cuando lanzó su marca homónima. Lo creas o no, Karine está detrás de cada paquete que se envía a sus clientes porque quiere ofrecerles la mejor experiencia posible. Recibir una nota dulce de un cliente después de recibir su paquete, o ver a alguien llevar una de sus creaciones en la calle es su mayor alegría.