Nuestra historia comenzó en Florencia allá por 1971... ¡ahora hace cincuenta años! Vittorio solo tiene 24 años, pero ya ha adquirido 10 años de experiencia como cortador y siente que ha adquirido las habilidades y los conocimientos necesarios para crear una empresa propia. Sin ayuda externa, aparte del entusiasmo y el apoyo de su jovencísima esposa Sonia, decide abrir su propio negocio llamado Claudia, eligiendo el nombre de su hija de 3 años. Es un momento histórico en el que Italia, y la Toscana en particular, destacan por la producción de bolsas de piel de vacuno con curtido vegetal: un verdadero patrimonio cultural de nuestro territorio. Tras conseguir excelentes resultados en Europa, América y Australia, mientras Italia ganaba el liderazgo mundial en el mundo de la moda, Vittorio decidió ampliar la gama de modelos y materiales. Los bolsos de Claudia Firenze están hechos con las pieles más modernas, y Vittorio adapta la estructura y la organización a las necesidades cada vez más complejas de los mercados extranjeros. Fue una elección acertada: la empresa se expandió y, a finales de los noventa, sus hijos Claudia y Filippo se unieron a Vittorio, quien ayudó a crear una sinergia exitosa entre los conocimientos adquiridos y un impulso joven y creativo. En los últimos veinticinco años, Claudia Firenze no ha dejado de crecer y hoy está perfectamente arraigada en la tradición cultural y artesanal del cuero y el procesamiento del cuero en la Toscana.