Durante la temporada de pesca de cangrejos cuando era niño, Jeff (el futuro Van Smokey) y su padre se levantaban muy temprano, bajaban al agua y comenzaban a dejar caer jaulas para intentar cenar. El padre de Jeff, un hombre inteligente como era, sabía que si no alimentaba bien a su hijo, tendría un pequeño monstruo hambriento en sus manos. Al permitirle elegir un refrigerio, Jeff eligió carne seca cada vez, y lo ha hecho desde entonces. Años más tarde, cuando al padre de Jeff le diagnosticaron cáncer, Jeff regresó a Delaware para ayudarlo. Allí, Jeff construyó un ahumadero para que prepararan su propia carne y la disfrutaran juntos, como en los viejos tiempos de los cangrejos. Pero antes de que pudieran encender el ahumadero por primera vez, su padre falleció. Después de esta pérdida, Jeff se mudó a los Catskills y construyó un ahumadero en su patio trasero. Creó Van Smokey como una forma de conectarse con su padre y con la comunidad a la que ahora llama hogar.