Namari nació de una profunda pasión por el amari, un amor tan profundo que incluso después de tomar la decisión de dejar de beber, nos dimos cuenta de que lo echábamos mucho de menos. Simplemente no podíamos imaginar la vida sin los sabores ricos y complejos que el amari aportaba a nuestros paladares. Decididos a recrear esa experiencia sin el alcohol, nos embarcamos en un viaje para crear nuestra propia versión de esta querida bebida. Inspirándonos en nuestro entorno local y con el compromiso de usar solo ingredientes reales y de alta calidad, cada lote de Namari se elabora meticulosamente a mano con cuidado y precisión. Entre las fragancias arremolinadas de los productos botánicos y la antigua alquimia de la infusión, ¡se crea una poción! Nuestra misión era clara: crear una bebida de la que todos pudieran disfrutar, tanto si querían beberla como si no. Namari atrae tanto a bebedores como a no bebedores a disfrutar de su enigmático encanto, invitándolos a vivir un momento de oscura elegancia y placer sofisticado.