Duke Cannon proviene de una época más sencilla. Una época en la que el término manitas era redundante. Una época en la que la caballerosidad y el patriotismo no se consideraban anticuados. Una época en la que nunca ponías la palabra ensalada al lado de la barra. Pero algo pasó en el camino. Se alentó a los hombres a dejar las llaves y coger sus teléfonos para pedir ayuda con un hashtag. La sustancia fue reemplazada por el destello de chicos tomándose selfies. Y en lugar de levantarse antes del amanecer para construir ferrocarriles, los hombres empezaron a ir al gimnasio a las 9 de la mañana para andar en bicicletas simuladas. Como cualquier historiador que se precie le dirá, este país fue construido por personas con un sentido de propósito. El propósito de Duke Cannon es simple: fabricar productos de aseo de calidad superior que cumplan con los altos estándares de los hombres trabajadores. Nuestros productos son probados por soldados, no por bandas de chicos. Y están hechos en un pequeño lugar al que nos gusta llamar Estados Unidos de América.